PUBLICACIONES DE DRA. MARÍA CRISTINA GÓMEZ ÁLVAREZ

Psicóloga Clínica , Maestrías en Psicoterapia Psicoanalítica y Psicoterapia Psicoanalítica Grupal, Doctora en Psicoanálisis, MBT Practitioner, Presidenta de Mentalizar México, SC.

  1. ¿Quién es el paciente limítrofe?

  Salud Mental, Vol. 23, No 1, Febrero 2000.

http://www.revistasaludmental.mx/index.php/salud_mental/article/view/802

          Diversos términos -limite, Limítrofe, fronterizo y borderline pa­recen aludir al mismo paciente. No obstante, diferentes defi­niciones surgen tras la revisión del concepto.

          ¿Se refiere a un trastorno específico de la personalidad, a un síndrome clínico, a un nivel de funcionamiento intermedio entre la neurosis y la psicosis, a un subgrupo de los trastor­nos afectivos de la esquizofrenia o la epilepsia?

En gran parte, la confusión proviene de dos enfoques dife­rentes que se esfuerzan por definir el concepto: el enfoque descriptivo que pone el énfasis en la sintomatología diagnós­tica frente al enfoque psicodinámico que destaca aspectos estructurales, dinámicos y de desarrollo como criterios diagnósticos. Estos dos enfoques aunque separados no dejan por ello de estar relacionados. Se han mantenido independientes porque las observaciones de ambos grupos provienen de con­textos, metodologías y énfasis diferentes. AI contar con mar­cos teóricos y métodos distintos, sus conclusiones no pue­den compararse aunque teóricamente pueden complemen­tarse.

EI enfoque descriptivo, representado por el DSM-IV, ve el concepto Limítrofe como uno de los muchos trastornos de la personalidad que son distintos entre si, mientras que el enfo­que psicodinámico de Kernberg lo considera como un nivel de funcionamiento psíquico o de organización yoica estable -entre la neurótica y la psicótica- que puede dar cabida a distintos tipos de personalidades (dentro de este marco, se puede hablar de una personalidad narcisista con un nivel organizacional limítrofe).

EI valor del enfoque descriptivo radica en la precisión del diagnostico, no obstante, le es difícil definir a un paciente que presenta marcadas contradicciones en su funcionamiento in­terno y externo. Aquellos que apoyan el diagnostico psicodinámico argumentan que, para entender la superficial adaptación de un paciente que encubre un caos interno, es preciso comprender los principios estructurales que subyacen a tan compleja personalidad.

          La presente revisión pretende aclarar las diferentes mane­ras de entender y abordar al paciente borderline en la actua­lidad, ya como parte del espectro de la esquizofrenia o de los Trastornos afectivos, como un nivel de funcionamiento intermedio entre la neurosis y la psicosis; como un síndrome clínico; y como un trastorno específico de la personalidad.

 

  1. La personalidad esquizoide y la psicoterapia basada en la mentalización.

http://psicopedia.org/wp-content/uploads/2016/12/Personalidad-Esquizoide.pdf

          Cuando conocí a Martín me pregunté si la Terapia basada en la Mentalización (TBM), desarrollada por Fonagy y Bateman, (Bateman, 2006), que había probado resultados con pacientes inestables e impulsivos, pacientes que, de acuerdo con el esquema estructural de Otto Kernberg (Clarkin, (2006), se mueven en el 2 área de la extroversión, podría aplicarse a los pacientes que se ubican en el área de la introversión. ¿Podrían los postulados y estrategias que plantea la TBM dar resultados favorables en el caso de un paciente esquizoide? Si funciona cuando la intensidad de las emociones hace colapsar la función reflexiva, ¿podría usarse cuando hay una incapacidad de sentir y expresar estas emociones? ¿Cuándo el mundo interno de representaciones se encuentra tan fragmentado y empobrecido que lo que pareciera necesitar con urgencia es cobrar vida?

 

          El modelo de la mentalización y la TBM me interesaron profundamente desde un principio como  un enfoque viable  para abordar a los pacientes que, en mi experiencia, no parecían responder  a las técnicas clásicas del psicoanálisis.  En el caso de un chico, como Martín, cuyo aparato para pensar y conectarse con el mundo, mostraba un desarrollo tan precario, sentí que la TBM podría ser una posibilidad muy real en el trabajo activo de construir y organizar un mundo representacional interno, separado y diferente, de la realidad externa.

 

          Considero que, al enfocarnos Martín y yo, en un espacio mental, que  “tenía  que cobrar vida”, el trabajo comenzó a fluir.  Esto fue posible a  través del reflejo de actitudes, gestos, tonos de voz, la validación de sus logros y su historia que “le hicieron sentirse visto por primera vez”.  Del mismo modo, un aspecto muy importante fue mostrarle mi propio espacio mental: cómo siento, pienso, saco conclusiones… Poco a poco, los otros seres humanos –incluida yo- fuimos cobrando vida en su mente. Él mismo comenzó a verse ya en relación con los demás y sus diferentes maneras de percibir las cosas.  Poco a poco se fue percantando de que las conductas tenían que ver con los deseos y las intenciones de las otras personas.

 

  1. Los orígenes primitivos del ser: una visión interdisciplinaria en el abordaje de una paciente severamente traumatizada.

Revista de la Asociación Internacional para el Estudio y Desarrollo de la Mentalización, 2014.

http://revistamentalizacion.com/ultimonumero/los_origenes_primitivos_del_ser.pdf

 

          Varios autores y, desde diversos frentes, aportan información relevante en torno a los orígenes primitivos del ser, información que comenzó a resonar fuertemente en mí ante el caso de esta chica. Retomar el pensamiento de hombres como Bion, Winnicott, Ogden y Bollas, interesados, todos, en el surgimiento del ser humano, gracias y en función del contacto con otros seres humanos, despertó mi entusiasmo por volver a recorrer su camino. Tras este primer reencuentro con su obra, comenzó a quedarme claro que las respuestas que busco en torno al caso de María, tienen que ver con estos inicios tempranos, con etapas previas a los símbolos, a las palabras y lo verbal; algo que tiene que ver con lo sensorial, el movimiento, los colores, los olores, las texturas de las cosas.

 

          En el presente trabajo, parte de una investigación con la que me titulé  en el Doctorado de Psecoanálisis, intento recoger algunas de sus contribuciones más importantes, tratando de entretejerlas con el caso de María y con los hallazgos de otros pensadores actuales que han decidido trascender las fronteras del psicoanálisis para fomentar un diálogo interdisciplinario entre las neurociencias, la ciencia cognitiva, las investigaciones de desarrollo en bebés, la teoría del apego y el psicoanálisis relacional contemporáneo

 

  1. Panel sobre “Espacio transicional e intersubjetividad”, “Las Dimensiones verbal y no verbal de la interacción clínica: una visión interdisciplinaria en el abordaje de una paciente severamente traumatizada”.

Clínica e Investigación Relacional, Volumen 10-(2) Junio/Julio 2016.

https://www.psicoterapiarelacional.es/Portals/0/eJournalCeIR/V10N2_2016/05_Gomez-Plaza-Knoblauch_Espacio-transicional-Intersubjetividad_CeIR_V10N2.pdf

 

 

          Ante el caso de una chica como María, donde el sinsentido y la falta de experiencias subjetivas se ven tan claramente reveladas, sentí que debía remontarme y buscar respuestas en aquellas etapas previas a los símbolos y las palabras; momentos relacionados con lo sensorial, el movimiento, los colores, los olores y texturas de las cosas. Prestar atención a esta dimensión no verbal se vuelve particularmente importante con los llamados “pacientes difíciles” con los que es preciso ir más allá del intercambio verbal normal. Con esto en mente, y buscando enriquecer mi comprensión de este terreno tan primitivo, sentí que necesitaba fomentar un diálogo entre el psicoanálisis relacional contemporáneo y los hallazgos clínicos en neurociencias, psicología cognitiva e investigación del desarrollo en bebés tratando de entretejerlos con el caso de María

 

  1. Los Cìrculos Virtuosos de Comunicación toda terapia exitosa.

https://www.mentalizarmexico.com/los-circulos-virtuosos-de-comunicacion-de-toda-terapia-exitosa/

 

          En opinión de Fonagy (2016), los desarrollos teóricos más recientes que han influido en su conceptualización de la mentalización también tienen implicaciones importantes para la práctica clínica. Esta nueva manera de ver las cosas involucra a la teoría de la confianza epistémica.

          De acuerdo con esta teoría, la evolución ha dotado al infante de una capacidad muy importante para aprender de sus primeras figuras en un ambiente de apego seguro. Gracias a una sensibilidad particular que ha desarrollado a ciertas señales no verbales de su madre -como la mirada, la alternancia de turnos y las diferentes tonalidades de voz- el niño capta su intención de comunicarle algo. Cuando su cuidadora lo voltea a ver tiernamente a los ojos y lo llama musicalmente por su nombre, de manera tácita también le está diciendo: “pon atención Juanito, te tengo que decir algo importante”.

          Creemos, dice Fonagy, que estas señales desencadenan un modo especial de aprendizaje porque, de manera implícita, le indican al niño que su madre está reconociendo en él a un ser que mentaliza, es decir, está viendo a alguien con una mente capaz de pensar y sentir. Esta actitud empática y sensible de su cuidadora, no sólo lo hace sentir especial como persona, sino también confiado para abrir su mente y recibir información nueva que irá cambiando su idea del mundo y modificará su conducta futura.

PUBLICACIONES DE LA MAESTRA MARCELA AGUILAR MENDOZA

Psicóloga Clinica, psicoterapeuta en práctica privada, MBT Practitioner, Directora de Mentalizar México, S.C. , Candidata al  Doctorado en Psicología (UMG).

Peter Fonagy, la Capacidad para Mentalizar y su Importancia en  las Óptimas Relaciones Interpersonales.